Las niñas: Impulsoras de la transformación social

octubre 11, 2020 Asamblea Nacional de los Bahá'ís Bolivia

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Cada 11 de octubre, conmemoramos el Día Internacional de la Niña, con el fin de reconocer los derechos de las niñas y reflexionar sobre los problemas que enfrentan en todo el mundo.

Los escritos Bahá’ís resaltan la educación como esencial para que las mujeres desarrollen sus capacidades latentes. «La cuestión de la educación debe ser considerada como de importancia primordial. Desde su infancia, los niños deben ser amamantados en el pecho del amor de Dios y criados en el abrazo de Su conocimiento, para que irradien luz, crezcan en espiritualidad, se llenen de sabiduría y erudición y adquieran las características de la hueste angelical»(1).

Cada día es más evidente que la educación es uno de los principales factores de cambio, por lo que invertir en la educación de nuestras niñas no solo conseguirá beneficios para las familias y las comunidades, sino para las economías y el mundo.

Si bien podemos decir que en estos tiempos estamos frente a una generación de niñas en proceso de empoderamiento   y reivindicando sus derechos, continúan los problemas y barreras a las cuales todavía deben enfrentarse y que limitan el verdadero desarrollo de su potencial.

Algunas estadísticas nos muestran que en todo el mundo, casi 1 de cada 4 niñas adolescentes de entre 15 y 19 años no está empleada ni estudia o recibe capacitación, en comparación con 1 de cada 10 niños de la misma edad. (2)

Las probabilidades de que las niñas abandonen sus estudios son más altas que la de los niños debido al rol social asignado sobre las labores de casa, uniones, matrimonios y embarazos.

Según datos del Sistema Nacional de Información en Salud y Vigilancia Epidemiológica (SNIS – VE) dependiente del Ministerio de Salud de Bolivia, en los últimos cinco años, 19.938 niñas menores de 14 años asistieron a un centro de salud para realizarse el control prenatal después del cuarto mes, una cifra dramática de niñas embarazadas, que deriva en deserción escolar. Específicamente en Bolivia, solo 5 de cada 10 niñas que se unen o se embarazan asisten a la escuela.

Cada día ocho niñas quedan embarazadas, eso significa que cada tres horas una de ellas es víctima de violencia sexual. (3). En el mundo, una de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual (4) y los datos emergentes muestran que desde el brote del COVID-19, la violencia contra las mujeres y las niñas, y en particular la violencia doméstica, se ha intensificado.

Visto en un contexto más amplio, la situación de las niñas y mujeres es uno de los muchos síntomas de un orden social enfermo, que necesita reformarse con urgencia.

A pesar de los grandes avances en reformas legales y creación de normativas a favor de las mujeres y niñas, éstas han demostrado incapacidad de generar cambios profundos necesarios para la trasformación de la sociedad actual, cuyos valores sostienen modelos de conducta violentos y explotadores, que hasta el día de hoy solo han entorpecido el desarrollo de condiciones sociales y estructurales que permitan a las niñas y mujeres desplegar todas sus capacidades y acceder a todas la oportunidades, por lo tanto debemos cuestionarnos sobre el modelo actual en el que vivimos y que suprime y vulnera los derecho de la mujeres.  Todo cambio social desde el punto de vista Bahá’í debe partir por reconocer que el ser humano tiene una dimensión espiritual o moral, y una material, ambas son recíprocas, pero la dimensión espiritual o moral, proveerá la base más segura para los valores que nos lleven a una nueva sociedad más justa e igualitaria.

Como colectividad tenemos por delante grandes retos que abordar, más aún con la llegada del COVID-19, que ha significado  para las niñas de todo el mundo, enfrentar crecientes amenazas a su seguridad y bienestar, incluidas prácticas nocivas, como la violencia, la explotación, el abuso, la exclusión social. (5).

La familia juega un rol importante, pues son los principios de igualdad, unidad y cooperación los que deben enseñarse en primer lugar en la familia, así mismo la libertad de expresión entre los hijos e hijas sin distinción y el trabajo compartido. La superación de estereotipos, abrirá un camino más expedito hacia el empoderamiento de las niñas.

Los gobiernos y los responsables políticos deben garantizar el acceso a una educación de calidad y a servicios legales, de justicia y de salud.

Las políticas y programas nacionales e internacionales deben promover valores y actitudes que apoyen a la familia y permitan que las niñas y niños crezcan seguros y trabajen juntos como coparticipes en un pie de igualdad en todos los ámbitos del desempeño humano. (6)

“Es particularmente crítico que las niñas y las mujeres tengan una voz clave en la determinación del proceso para promover la igualdad en sus sociedades”. (7)

No olvidemos que las niñas de hoy son las mujeres del mañana, es decir, son las futuras constructoras de la nueva comunidad y está en nuestras manos garantizar su bienestar y derechos fundamentales. Cada niña es una mina de gemas de inestimable valor, cada una de ellas contiene sueños e ilusiones y llevan dentro de sí el potencial más grande para la transformación.

 

Oficina de Asuntos Externos


1.-Selección de los escritos de Abdu’l-Bahá, p. 178.
2.- Informe de Estado global sobre la prevención de la violencia contra los niños 2020, Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Junio 2020.
3.- Estudio, Niñas y adolescentes en matrimonios infantiles y uniones forzadas en municipios seleccionados de Bolivia- UNFPA y Plan Internacional Bolivia, marzo 2020.
4.- Informe de Estado global sobre la prevención de la violencia contra los niños 2020, Organización Mundial de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Junio 2020.
5.- “Las niñas y los niños son las víctimas ocultas del coronavirus” diario digital Infobae, julio 2020.
6.- “Transformación de los valores para empoderar a la niña”. Declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í. Comisión de la condición jurídica y social de la mujer, febrero 2007.
7.-“Desarrollar nuevas dinámicas de poder para transformar las estructuras de la sociedad”. Declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í. Comisión de la condición jurídica y social del mujer, Febrero 2020.
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