MENSAJE de la CASA UNIVERSAL DE JUSTICIA- Naw-Rúz 177

noviembre 15, 2020 Asamblea Nacional de los Bahá'ís Bolivia No comments exist

noviembre 4, 2020 | 5:32 pm noviembre 30, 2020 | 10:32 pm
Sede bahai, La Paz, Bolivia

MENSAJE de la CASA UNIVERSAL DE JUSTICIA- Naw-Rúz 177

A los bahá’ís del mundo

Muy queridos amigos:

Los acontecimientos actuales nos impulsan a escribirles en este momento, y no esperar hasta Riḍván. Como sabrán muy bien, durante las últimas semanas y meses, un mundo temeroso ha ido aceptando una crisis sanitaria de rápida evolución que afecta a la población de muchos países, y cuyas consecuencias para la sociedad todavía no pueden estimarse con ninguna certeza. Estamos seguros de que ustedes, como nosotros, han sentido una gran preocupación por el bienestar de la humanidad, especialmente por aquellos que son más vulnerables. Pocas veces ha sido tan evidente que la fortaleza colectiva de la sociedad depende de la unidad que puede manifestar en acción, desde el escenario internacional hasta las bases, y sabemos que ustedes están prestando su apoyo a los esfuerzos decisivos que se están realizando a este respecto con el fin de proteger la salud y el bienestar de todos.

Inevitablemente, la situación actual repercutirá en la administración de la Causa de Dios en muchos lugares, y en cada caso la Asamblea Espiritual Nacional correspondiente informará sobre las medidas oportunas que deban adoptarse. En algunos países ello conllevará la cancelación de la Convención Nacional, y se tomarán medidas para que se elija la Asamblea Nacional por otros medios. En algunos lugares, es posible que también sea necesario tomar medidas similares para elegir las Asambleas Espirituales Locales. No obstante, en circunstancias en las que incluso esto no resulte factible, sería permisible que este año la composición actual de una Asamblea Local o Nacional continúe hasta el próximo año administrativo. Naturalmente, cualquier Asamblea Nacional que esté considerando aprobar tal medida buscará, con antelación, la guía de los Consejeros.

En otro momento de crisis, ‘Abdu’l-Bahá ofreció las siguientes palabras de consejo: «En un día como este, en el que las tempestades de las pruebas y tribulaciones han envuelto al mundo, y el miedo y el estremecimiento han agitado el planeta, debéis elevaros sobre el horizonte de la firmeza y la constancia con rostros iluminados y frentes radiantes para que, Dios quiera, desaparezca por completo la oscuridad del miedo y de la consternación, y la luz de la certidumbre despunte y brille resplandeciente en el horizonte manifiesto». El mundo se encuentra cada vez más necesitado de la esperanza y la fortaleza de espíritu que transmite la fe. Queridos amigos, no hay duda de que, durante mucho tiempo, han estado ocupados en la labor de cultivar en grupos de personas esos mismos atributos que se requieren en este momento: unidad y sentimiento de camaradería, conocimiento y comprensión, un espíritu de adoración colectiva y empeño común. En verdad, nos ha conmovido la manera en que los esfuerzos por reforzar esos atributos han hecho que las comunidades sean tanto más resistentes, aun cuando se ven enfrentadas a condiciones que limitan sus actividades, por necesidad. A pesar de tener que adaptarse a nuevas circunstancias, los creyentes han usado medios creativos para fortalecer lazos de amistad, y para fomentar entre sí y sus conocidos una conciencia espiritual y cualidades de tranquilidad, seguridad y confianza en Dios. Las conversaciones elevadas que han tenido lugar como resultado de ello, ya sea a distancia o en persona, han sido una fuente de consuelo y motivación para muchos. Estos esfuerzos por parte de ustedes aportan un servicio valioso en este momento en que muchas almas están perplejas y consternadas, inseguras de lo que será. Por difícil que sea la situación actual, y por muy cerca de los límites de su resistencia a los que se lleve a algunos sectores de la sociedad, la humanidad atravesará finalmente esta prueba y emergerá al otro lado con una visión más amplia y una apreciación más profunda de su inherente unicidad e interdependencia.

No es este el momento de describir con detalle los logros del mundo bahá’í a lo largo del último año, ni el extraordinario progreso realizado en la multiplicación de las actividades de construcción de comunidad en todo el mundo y el fortalecimiento de los programas de crecimiento, labor que continúa decididamente allí donde las circunstancias lo permiten. Baste decir que, cuatro años después del comienzo del Plan actual, los incansables promotores de la Causa han llevado la Fe de Bahá’u’lláh a la posición más sólida en la que jamás ha estado en su historia. Todo lo que ustedes han hecho y están haciendo ahora está preparando a la comunidad mundial bahá’í para la siguiente etapa del despliegue del Plan Divino.

Por el momento, nuestros pensamientos y nuestras oraciones se centran en la salud y el bienestar de todos los amigos de Dios y de todos aquellos entre los que viven. También oramos fervientemente para que el Todopoderoso les conceda seguridad, resistencia y espíritu firme. Que sus mentes estén siempre atentas a las necesidades de las comunidades a las que pertenecen, a la condición de las sociedades en las que viven y al bienestar de la totalidad de la familia humana, de la que todos son hermanos y hermanas. Y en sus momentos tranquilos, cuando ninguna otra acción parece posible más que la oración, les invitamos a que sumen sus súplicas a las nuestras y oren fervientemente por el alivio de los sufrimientos. Nos volvemos a las siguientes palabras de ‘Abdu’l-Bahá, Cuya existencia entera fue un ejemplo de dedicación desinteresada al bienestar de los demás:

¡Oh Proveedor! Ayuda a estos nobles amigos a ganarse Tu complacencia, y hazlos bienquerientes de extraños y de amigos por igual. Condúcelos al mundo que perdura por siempre; otórgales una parte de la gracia celestial; haz que sean bahá’ís verdaderos, entregados sinceramente a Dios; guárdalos de las apariencias y afiánzalos firmemente en la verdad. Hazlos signos y señales del Reino, estrellas luminosas en los horizontes de esta vida inferior. Haz que sean un consuelo y un solaz para el género humano, y sirvientes de la paz del mundo.

La Casa Universal de Justicia

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